Con Zinedine Zidane en el Estadio Centenario.
de hebert abimorad
Corre el año 2030, el Estadio Centenario está repleto, se juega el primer partido del Mundial, Uruguay y Francia, los equipos están en la cancha y en el círculo central del campo, una figura conocida se apresta a dar el puntapié inicial, es el legendario Zinedine Yasid Zidane que con sus 58 años es recordado como el mejor jugador de todos los tiempos y le rinden homenaje a los 100 años del primer Mundial.
Lo encaro a la salida de la cancha, le pido permiso y saco mi pequeño grabador.
Zidani con su tranquilidad que lo conocemos accede con una sonrisa a mi pedido de una entrevista.
¿Sus orígenes maestro?
Nací en Marsella, la ciudad más antigua de Europa, mis padres argelinos inmigraron a finales de los 60. Se establecieron en el barrio de La Castellane, zona con el mayor índice de delincuencia de la ciudad.
¿Su relación con el fútbol?
Un tío jugó el Mundial en España, en el 1982. Argelia le ganó a Alemania 2-1 y fue eliminada por diferencia de goles, para eso Alemania y Austria se pusieron de acuerdo en el último partido de la serie para que terminase 1-0 a favor de los alemanes. Fue tan evidente, que la FIFA, con tal antecedente decide que los partidos se jueguen simultáneo.
¿Su relación con Uruguay?
El póster de Enzo Francescoli, el príncipe del fútbol, me alumbraba todos los días en la pared de mi pequeño dormitorio. El me enseño la elegancia, su comportamiento de caballero dentro y fuera de la cancha. Lo principal que asumí es su talante que el deportista es un trabajador y no estrella del espectáculo.
¿Un buen recuerdo?
Son muchos, las imágenes se agolpan en estos momentos, las más relevantes son los goles contra Brasil en el Mundial del 1998.
Aunque él se lo reserva , Zidane resultó el orgullo de Francia y su imagen fue reproducida en el Arco de Triunfo durante la celebración de un momento dorado en su historia deportiva.
Ya han pasado 24 años del partido final del Mundial, contra el equipo de Brasil y con rubor me atrevo a preguntarle.
¿Qué sucedió con Marco Materazzi?
Ha sido el desliz mayor de mi vida. El insulto que toda la prensa apunta no fue sólo la causa de mi reacción. Con mi paso por el fútbol italiano descubrí un ambiente de corrupción a nivel de dirigentes y jugadores, en Italia no se puede ser honesto. La pruebas se acumulan de lo que digo, ya la prensa se ha ocupado periódicamente del caso italiano. No me sentí bien en Italia y no me gusta la cultura de corrupción de los italianos.
Los hechos de esa final perduran y trato de cambiar la historia imaginando que Zidani no ha sido expulsado y Francia gana el mundial, entonces descubro que todo hubiese sido demasiado perfecto con un final feliz ,pero no, mejor no cambiar nada y dejar todo como fue. El cabezazo como la mano de dios de Maradona en el Mundial 1986, nos da la posibilidad de fantasear en el tiempo con lo que habría podido ser si las cosas hubiesen sido distintas.
Me retiro del Centenario antes de terminar el partido para poder lograr un asiento, en el 174 que se dirige al Cerrito, ya que con la terminación del partido la avalancha de los espectadores no me permitiría viajar sentado.
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